jueves, 21 de abril de 2011

La familia crece, ¿preparada para ser hermana mayor?

La familia crece, ¿preparada para ser hermana mayor?

Un recién llegado está a punto de revolucionar tu vida… Y tú, ¿estás preparada para hacer de hermana mayor?

Tus viejos baberos han salido del desván; tu abuela ha estado comprando en todas las tiendas de juguetes de la ciudad; tus parientes más extravagantes han tomado el salón por un campamento, y tu padre ha sido desalojado de su estudio, que se ha transformado  mágicamente en una preciosa minihabitación lista para acoger al recién llegado: ¡la familia acaba de crecer! Cuando hace unos meses tu madre te contó que esperaba un bebé, te arrolló un mar de emociones Y ahora que ha llegado el gran momento, ¿estás lista para ejercer de hermana mayor?
Celos naturales
¡Y tú que pensabas que ibas a ser hija única toda la vida! Obviamente la noticia te ha llenado de alegría, pero también empiezas a sentir algo de celos. Sabes que tus padres centrarán toda su atención en el hermanito o hermanita que está por nacer; en el frigorífico solo habrá sitio para potitos, y dormir, por lo menos al principio, será muy difícil: los bebés suelen preferir los horarios nocturnos para poner a prueba la capacidad de sus pulmones y dar rienda suelta a sus lloros. Incluso algún día puedes encontrarte con que debes cambiarle el pañal… En resumen, a partir de ahora, ¡nada volverá a ser como antes!
¡Un nene muy dulce!
Simplemente mirando cómo dormita en la cuna con el pulgar en la boca te enamoras perdidamente de él. Vale, cuando sea un poco más grande os pelearéis y estaréis de morros, y  es posible que le arranque la cabeza a tus muñecas… pero el vuestro será un vínculo especial, más fuerte que cualquier otra cosa. Y además, tú serás siempre la hermana mayor: serás su modelo a seguir, su mejor amiga y su cómplice, la aliada ideal. También podrás “tiranizarlo” un poco: recuerda que ese placer durará solo unos pocos años, ¡porque algún día puede llegar a ser más alto que tú! Pero para que vuelva a bajar a la tierra solo tendrás que recordarle una cosa: ¡que cuando era pequeño eras tú la que le cambiabas los pañales! Esa es la mejor carta que una hermana mayor puede esconder.
¡La vida cambia!
La llegada de un bebé a la familia es una auténtica revolución, un huracán de alegría. Si tu madre todavía tiene unos kilos de más después de dar a luz, ayúdala a recuperar una figura perfecta proponiéndole salir los tres: el bebé, ella y tú. También puedes echarle una mano con las nuevas tareas: preparar el biberón para tu hermanito, empujar el cochecito, inventar juegos con los que entretenerle y cantarle nanas para dormirlo. ¡Aunque también funcionan las canciones lentas de Justin Bieber o de Miley Cyrus!

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